Avances oftalmológicos: Soluciones visuales al portador
Innovadoras técnicas para corregir defectos como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Cirugía faco-refractiva sustituye el cristalino del ojo por un lente artificial.
Por Revista In vitro
La OMS en su informe mundial sobre la visión del año 2020 (IBSN 978-92-4-000034-6) calcula que por lo menos 2.200 millones de personas padecen de una deficiencia visual o ceguera, y de ellas, al menos 1.000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse tratado o que aún no se trata. Un 10% de la población padece alguna enfermedad de la retina, una cifra que se duplica en el año 2020. Prácticamente el 100% de los individuos de más de 50 años sufre de presbicia una afección que se acentúa con el paso de los años. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos cada día es más fácil que los pacientes con afecciones oftalmológicas puedan mejorar su visión, así como salvar de la ceguera a aquellos pacientes con enfermedades como la degeneración macular o el glaucoma.
La oftalmología es “quizás una de las especialidades que más dependen de la tecnología, del soporte para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes”, asegura el Dr. Sergio Tabilo, situación que “nos obliga a estar permanentemente al día, estar revisando qué nuevo está saliendo tanto en lo instrumental como en nuevos estudios”, precisa el oftalmólogo.
Refracción
El ojo es como una cámara con dos lentes fundamentales: la córnea (externa) y el cristalino (interna). Para corregir defectos visuales como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia se practica la cirugía refractiva, tecnología que “vino a revolucionar la oftalmología el año 95-96, algo que en los últimos 7 a 10 años ha mejorado mucho con las cirugías faco-refractivas, cirugías de cataratas, pero con lentes intraoculares de tecnología avanzada”, señala el Dr. Tabilo.
La cirugía refractiva es una especialidad quirúrgica mediante la cual se corrigen los defectos de la refracción con el objetivo de prescindir de la constante necesidad de usar anteojos o lentes de contacto. Esta cirugía se puede realizar para todo número de dioptrías y a la vez corregir todos los efectos refractivos.
“El ojo acepta muy bien estas nuevas técnicas y la recuperación es sorprendentemente buena”, señala el Dr. Tabilo, por ejemplo. “un paciente que se opera de cataratas con lente intraocular Premiun puede estar máximo cuatro o cinco días en reposo. Si bien el tiempo se puede acortar, siempre se recomienda a los pacientes que se cuiden, no hagan fuerza, no se agachen, se apliquen las gotitas y vengan a control”, explica.
La cirugía faco-refractiva consiste en reemplazar el cristalino por otro artificial -lente intraocular- que corrige el defecto visual. Esta técnica permite, a través de ultrasonido, disolver o pulverizar la masa del cristalino, el que una vez extraído es sustituido por un lente intraocular. No requiere de suturas y es la más usada en el mundo. A mayor edad a los seres humanos se les endurece el cristalino, lo que se manifiesta con una pérdida de enfoque cercano o presbicia, y más tarde se opacifica convirtiéndose en catarata. Se estima que el 70% de la población tendrá cataratas a los 70 años de edad.
La facoemulsificación “es una alternativa para pacientes mayores de 50 años, que tienen su indicación y algún grado de cataratas, cuando el cristalino ya no está transparente. Le sacan el cristalino igual que en la cirugía de cataratas, se abre el saco capsular, se limpia y se colocan unos lentes intraoculares, que pueden ser bifocal o trifocal”, explica el oftalmólogo.
Técnica más adecuada
El cirujano refractivo es el oftalmólogo subespecializado en este tipo de cirugía y es quien debe decidir si el paciente está apto o no para ser intervenido y cuál es la técnica más adecuada. Para ello valora el estado de salud del ojo y en especial la córnea, el tipo refractivo y la cantidad de dioptrías, la edad y las expectativas del paciente.
Según el Dr. Tabilo, “tenemos dos grandes grupos. El primero son adultos jóvenes, entre 21 y 45 años, un buen grupo candidato para la cirugía refractiva con láser, que quiere corregirse la visión de lejos sin problema. Y como estas personas no tienen presbicia solucionan el problema de una sola base. Sigue siendo nuestra primera opción para corregir, miopía, astigmatismos, mixtos”.
“De los 50 en adelante ya el láser pierde indicación, porque además el paciente tiene presbicia y hay que incorporarla en el tratamiento. Aquí entramos en el implante, en la extracción del cristalino e implante del lente que permite recuperar la vista de lejos y de cerca, que son los intraoculares”, agrega.
Correcciones
La córnea es una estructura transparente que se ubica en la parte frontal del ojo y que actúa como ente convergente responsable del enfoque de las imágenes. Cuando hay un defecto refractivo un cambio en la curvatura de la córnea con láser puede corregir las dioptrías de un ojo con lo cual mejora la capacidad de enfocar correctamente las imágenes.
La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son los llamados defectos de refracción. Implican una reducción de la visión y la necesidad del uso de anteojos o lentes de contacto. Se miden en dioptrías, la escala con que se mide la visión. La miopía es el defecto de refracción más frecuente y con un exceso de dioptrías. Los objetos cercanos se ven con claridad, pero los lejanos se ven borrosos. La hipermetropía tiene una insuficiencia de dioptrías, se ve borroso de lejos y sobre todo de cerca. El astigmatismo es una falta de simetría en la córnea. Tiene diferentes formas y grados y generalmente acompañan a la miopía y la hipermetropía agravando el defecto visual.
Presbicia
La aparición de la presbicia es inevitable, comienza a manifestarse entre los 40 y los 45 años, afecta a prácticamente al 100% de los individuos mayores de 50 y se acrecienta con el paso de los años. La presbicia es causada por el envejecimiento que hace perder la elasticidad y potencia del músculo ciliar y el cristalino.
Hoy el 70% de las cirugías refractivas en Estados Unidos y el 40% de en Europa -en Chile no hay cifras- se están realizando con el láser Fentosegundos, que por su extrema precisión y seguridad está reemplazando a las habituales técnicas para corregir los defectos más comunes como miopía, hipermetropía y astigmatismo, así como la presbicia. Una de sus características es la reversabilidad, ya que no produce corte de los tejidos, sino que los repara, colocando mínimas dosis de energía para provocar una disrupción entre las células de la córnea.
“Este láser es igual que un bisturí, pero de luz. Entonces permite hacer unas incisiones en la córnea de manera que uno pueda crear un bolsillo para colocar un pequeño implante de forma robotizada sin la mano humana, Este láser se está abriendo paso también en la cirugía de cataratas. Acá no está muy difundido todavía, porque es caro. Es capaz de hacer muchas incisiones con luz, de forma robotizada”, explica el Dr. Tabilo, quien tiene el láser de fentosegundos para implantes.
El implante, denominado Kamra es un microdisco circular y opaco, con una abertura pequeña en el centro, que al ser implantado en la córnea bloquea la luz no enfocada y solo permite que la luz enfocada entre a la retina generando una visión más amplia y mejor en distancias cercanas, lejanas e intermedias. Es una cirugía ambulatoria similar a la Refractiva Lasik convencional, donde se coloca el implante en el ojo “no dominante”. Esta cirugía obtiene mejores resultados en aquellos pacientes dependientes de lentes para cerca, que usan lentes bi o multifocales y que se encuentran sin patologías oculares como glaucoma, cataratas o diabetes.
Hace un tiempo un número de pacientes operados de presbicia denunciaron su disconformidad con las intervenciones realizadas, los mismos que “han estado dando vueltas en varios centros y a todos nos ha tocado verlos”, reconoce el Dr. Tabilo y recomienda acudir “a la sociedad chilena de oftalmología para empezar a conversar, porque hay un comité de ética que ya está con una cierta de cantidad de observaciones, comentarios y reclamos por pacientes”, precisa..
De la redacción del equipo editorial de revistainvitro.cl